Cambia el idioma

El Nitrógeno y la producción de semillas de gramíneas forrajeras tropicales y subtropicales

Compartir

El nitrógeno (N) es la clave para la producción comercial de semillas de gramíneas forrajeras tropicales y subtropicales. No faltan razones para que sea considerado el nutriente más importante para este tipo de actividad agrícola. Y también como uno cuyo uso agronómico eficiente y eficaz es el más desafiante.

Esta reputación se debe a que sus beneficios dependen de una estrategia de fertilización que tiene en cuenta 1) que sus efectos se dan tanto en la producción de hojas, como en los macollos e inflorescencias y, en consecuencia, en las semillas, 2) que fisiológicamente el crecimiento vegetativo compite con el desarrollo reproductivo de las plantas y 3) que no solo las cantidades, sino también el tipo de fertilizante, la forma y el momento de su aplicación tienen impactos en la producción de semillas.

Todo esto tiene que ver con la dinámica del N en el suelo y las formas en que las plantas responden a su absorción.

El nivel de N en el suelo varía ampliamente (de 0.05% a 0.5%). Del total, solo alrededor del 5% se presenta en formas inorgánicas, de las cuales las plantas absorben predominantemente el nitrato (NO3-) y, en menor medida, el amonio (NH4+). El resto está asociado a una gran cantidad de compuestos orgánicos. Este nivel varía según la cantidad de estos compuestos, el manejo, las características (químicas y físicas), los grados de humedad y aireación y la temperatura del suelo.

Descargas elétricas atmosféricas e fixação simbiótica contribuem para esse nível.  Entretanto, a fonte principal de N é a decomposição e a mineralização microbiológica de resíduos e compostos orgânicos que ocorrem a taxas determinadas por vários outros fatores além das características físicas e químicas do solo já mencionadas. Sobre elas também influem as características dos resíduos orgânicos (quantidade, composição química, teor de água, tamanho de partículas) e o grau de sua incorporação ao solo.

Por lo tanto, dados los muchos factores que pueden influir en los niveles de N en el suelo, las amplias variaciones observadas entre años, ubicaciones y manejo no son sorprendentes.

En las regiones donde el invierno es frío y seco la descomposición se acelera a principios de la primavera cuando aumentan las temperaturas y las precipitaciones pluviales. En este proceso, parte del N mineralizado puede ser inmovilizado por microorganismos para compensar niveles insuficientes de este elemento en los residuos.

La cantidad inmovilizada depende de la cantidad y composición química de estos residuos; cuanto mayor sea la relación carbono/nitrógeno (C: N) de su composición, mayor será la inmovilización. A medida que avanza la descomposición, el N que forma parte de los compuestos orgánicos presentes en el suelo se mineraliza, quedando gradualmente disponible para las plantas, es decir, su inmovilización es temporal.

Por lo tanto, en suelos preparados lo suficientemente temprano para permitir la descomposición de los residuos vegetales remanecientes de cultivos anteriores, el N mineralizado de la materia orgánica puede suplir el requerimiento de N de las plántulas. Después de todo, en esta etapa la demanda de plantas jóvenes es pequeña y el tamaño reducido de su sistema radicular limita su capacidad de absorber nutrientes si se aplican.

Por este motivo, se puede prescindir del uso de fertilizantes nitrogenados en la siembra, salvo que exista una gran cantidad de residuos orgánicos no descompuestos en el suelo y en suelos muy arenosos en los que el N mineralizado se pierde fácilmente por lixiviación. En estos casos, la aplicación de algún fertilizante nitrogenado en este momento puede ser necesaria para compensar la insuficiencia de N para las plántulas. 

Esta situación, sin embargo, se altera cuando las plantas jóvenes comienzan a producir macollos alrededor de 40 a 45 días después de la emergencia de las plántulas. La fertilización nitrogenada en este momento es fundamental en cualquier situación, ya que los procesos de macollamiento y transición de los macollos del estado vegetativo al reproductivo son estimulados por el N. Los efectos se manifiestan no solo en el aumento de la densidad (nº/m²) de macollos, pero si no también en el aumento de la fertilidad de estas estructuras.

En esa ocasión, abonos de N resultan en aumentos en la producción de semillas de gramíneas forrajeras, resultantes principalmente de sus efectos sobre el componente más importante de esta producción, es decir, la densidad de inflorescencias. Otros componentes de la producción también se ven à veces influenciados por este nutriente, pero sus impactos en la productividad de semillas son menores.

Sin embargo, los abonos, si se hacen temprano, estarán sujetos a pérdidas de N, facilitadas por la baja capacidad de absorción de las plantas jóvenes. Por otro lado, si se hacen más tarde, estimularán más el crecimiento vegetativo que el reproductivo. Sin mencionar que las altas dosis de N resultan en el volcamiento de las plantas y, en consecuencia, en una menor producción de semillas.

Las cultivares de gramíneas forrajeras difieren entre si (entre muchas otras características) cuanto a padrones de macollamiento, de floración y de acumulación de masa vegetal. Por esta razón, es necesario adoptar estrategias específicas de fertilizaciones con N para que maximicen sus respectivos potenciales de producción de semillas.

Este será el tema del próximo Comentario Técnico que se incluirá en esta página web.

Más sobre este tema se puede encontrar en:
LOCH, D.S. Nitrogen for grass seed. In: Partridge, I.J. (ed.) Tropical Pasture Seed                              Production – a training manual. Department of Primary Industries, Queensland,                     Australia. Chapter 9, pp.31-33. 1996.
LOCH, D.S.; AVILÉS, L.R.; HARVEY, G.L. Crop management: grasses. In: Loch, D.S. &
        Ferguson, J.E. (eds.) Forage Seed Production. 2. Tropical and Subtropical Species.                CABI Publishing, Wallingford – UK. Cap. 9. pp.159-176. 1999.
POWLSON, D.S. Understanding the soil nitrogen cycle. Soil Use and Management, v.9, n.3,            pp.86-94, 1993.

Este texto puede citarse de la siguiente manera:
SOUZA, F.H.D. Nitrogênio e produção de sementes de gramíneas forrageiras tropicais e
        subtropicais. Dísponivel em https://progreseed.com.br/nitrogenio-e-producao-de-e                 sementes-de-gramineas-forrageiras-tropicaise-subtropicais/ . Acessado Dia/Mês/Ano.

Otros contenidos

Conteúdo protegido.